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MalaSaña

MalaSaña Cats

En la entrada del blog de hoy, queremos contaros una historia muy especial. Ya sabéis, y si no lo sabes me parece fatal jajajaja, que el #MalaSañaTeam no sólo lo conformamos dos personas. También forman parte de él cuatro pequeños fieras, trastos revoltosos, cariñosos y absolutamente adorables. Sí, estoy hablando de los gatetes. Ellos también son miembros de pleno derecho ¡¡como no podía ser de otra forma!! 

Como os decía, la mayoría ya les conocéis.


Tenemos al mayor, un auténtico señor al que sólo le falta leer cada mañana el New York Times con una pipa, un batín y un sombrero de copa jajajaja.

Es una bola de color naranja, entro como becario al mes de nacer y su antigüedad en la empresa es de 8 años. Responde al nombre de Dexter.

                                                                                  


Después, hace 4 años, vinieron las hermanas, las sisters: Chloe, la tarada y Julieta, la dramática. La primera, increíblemente curiosa. La segunda, presumida pero cariñosa, como todos. Ambas llegaron a casa tras ser encontradas abandonadas en un pajar. Entraron en plantilla fija a los 6 días de edad, no necesitaron dejar el currículum, fue  amor a primera vista.

Finalmente, este próximo ocho de agosto, cumplirá un año la “pequeña” (y lo pongo entre comillas porque es la pequeña de edad, pero no de tamaño) de la casa: Norte. 


El verano pasado, nos encontrábamos en el sur, en Torrevieja y, en una parcela con una pequeña piscina donde solíamos alternar conocimos a una gata. Caminaba orgullosa y fuerte. Estaba embarazada. El destino quiso que, a los pocos días, escuchásemos a unos recién nacidos maullar. Todo había salido bien. O eso pensábamos. Esa misma noche y por obra de algún desalmado, la gata apareció muerta en esa misma parcela. Había sido envenenada. Cual fue nuestra consternación al escuchar de nuevo los mismos maullidos que habíamos escuchado por la mañana, esta vez eran maullidos pidiendo auxilio. Movimos un poco a la pobre madre y descubrimos que debajo de ella estaban sus cuatro gatitos, aún con el cordón umbilical. No se si habéis visto un gato recién nacido pero son totalmente indefensos. Los cuatro me cabían en la palma de la mano... como no quiero extenderme demasiado, solo diré que la historia acabó bien. Después de ir a un veterinario de urgencia a las tantas de la madrugada y un montón más de peripecias, conseguimos sacar a los 4 moquitos adelante. Norte era era uno de ellos. Encontramos varias casas y los gatitos fueron adoptados. Nosotros hicimos lo propio con Norte, la cual se ha convertido en un auténtico torbellino.


Así las cosas... quedaba conformado el #MalaSañaTeam... hace unas semanas volvimos a Torrevieja de vacaciones y cual fue nuestra sorpresa al encontrarnos en una playa de piedra y acantilados a una joven mamá gatuna a la que bautizamos como Bruma y su camada de 5 gatitos. Todos ellos vivían por allí, entre las rocas y empezamos a interesarnos por ellos. Cada día les llevábamos comida y chequeabamos que estuviesen bien. Esto era así hasta el punto de que Bruma, la mami, nos confiaba la custodia de los peques cada vez que nos veía por la zona, tomándose  un ratito para ella, para sus cosas.

Después volvía y se nos tumbaba alrededor a hacernos carantoñas. No se quien disfrutaba mas jajajaja si ella o nosotros. Incluso un día que hubo marejada y nos preocupamos por no verlos, empezamos una pequeña búsqueda hasta terminado el atardecer. No paramos hasta encontrarlos a todos sanos y salvos. La madre, lista ella, había decidido cambiarlos de sitio,


porque, como veis en las fotos, vivían al filo del peligro. Mentiría si no dijera que nos planteamos incluso adoptar a los seis. La madre y los 5 peques. ¡Qué locura! ¿Verdad?


Pues... decidimos tirar por la calle de en medio. Como no queríamos separarles, descartamos adoptar solo a uno o dos. Entonces... nos pusimos en contacto con una voluntaria de Proyecto Ces Torrevieja (Captura, Esterilización y Suelta). A cada voluntario de este proyecto se le asigna varias colonias que deben vigilar y cuidar. Se encargan de ponerles comida y agua en zonas


seguras, de dar cuidados veterinarios cuando lo necesitan, de desparasitar y de buscar familias responsables a los cachorros que hayan nacido o a los gatos abandonados que aparezcan en las colonias. 


Total, que nos comprometimos a apadrinarlos. Sí, en MalaSaña estamos locos y ante todo, se podría decir que somos gatofriendly jajajaja

Ahí es dónde entráis vosotrxs. Hemos decidido echar una mano a Proyecto Ces. En este caso, vamos a comenzar con el de Torrevieja ya que es la ciudad que vio nacer a Norte y estamos totalmente comprometidos con nuestra pequeña colonia malasañera. Desde hoy, vamos a habilitar en todas las secciones de la tienda la opción de donar a Proyecto Ces desde 1 euro hasta el infinito y más allá para que así, mensualmente, podamos hacer un ingreso extra a mayores de nuestro apadrinamiento, para el resto de colonias. 

Los que nos conocéis desde el principio, ya sabéis que en nuestra tienda física en Burgos, ya colaborábamos con diversas asociaciones y proyectos animalistas sin ánimo de lucro como Proambur (Protección Animal Burgos) o HopeTime Burgos y ahora estamos encantados con este proyecto, que solo es el primero de muchos que vendrán. 



“Los gatos callejeros no son una amenaza, cazan bichos y evitan sus plagas. Mantienen alejadas a las ratas, cucarachas y demás portadores de enfermedades y deberían enseñarnos a respetar el resto de vidas que conviven con nosotros en las ciudades. Las colonias controladas son la manera más respetuosa y humana de protegerlos y asegurar una convivencia pacífica.”

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